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lunes, 17 de octubre de 2011

Fin de semana de juegos no electrónicos.

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Mi hijo y yo tenemos un pacto. De vez en cuando dedicamos un fin de semana sólo a charlar y a jugar a juegos de los de toda la vida. Juegos no electrónicos los llamamos. Hace poco tiempo tuve una charla con su tutor del colegio y nos dijo a todos los padres que durante la semana lectiva los videojuegos deberían estar prohibidos. Mi hijo, si nadie lo controla, se pasa horas y horas jugando "a las maquinitas". Yo me he inventado un método para dosificar el tiempo delante de las pantallas y vincularlo a su buen rendimiento escolar. De momento la cosa parece que funciona.
Muchas veces cuando de jugar se trata casi tengo que convencerlo para salir de casa, pero luego se va animando y termina sudando como un pollo y pasándolo genial. Aquí está tirándose por una rampa del mercado dentro de una caja de fruta. Por la cara que pone creo que no está echando de menos la pleisteishon.

5 comentarios:

  1. Pues parece que se lo está pasando genial, se trata de eso, de buscar un tiempo para implicarnos y enseñales nuevas formar de jugar.

    Besitos

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  2. Ya ni juegos de mesa tipo Monopoly o parchís. Tú directamente pasas a lo auténtico: el juego en la calle de toda la vida (de la vida de los niños de antes, como nosotros...) y con juguetes improvisados, como Dios manda ;)

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  3. Eso está en la lista de cosas que no debería perderse ningún crío. Su cara lo dice todo. Un niño con suerte. :)

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  4. Elysa: Sí, lo pasaba bien. Pero tengo que convencerlo para salir. Claro que jugar en la calle ya no es lo mismo que antes.
    Un beso.

    Belinda: La oca, el monopoly, el "atrapa un millón", el minibillar y las naves espaciales de lego también han ocupado un lugar preferente en nuestras tardes, pero tienes razón. A mí me gustaba jugar a pillar y a matar y todo eso. A veces jugábamos a una especie de guerra de ganchillos por todo el barrio. Qué tiempos gloriosos!

    Montse: Tienes razón en lo de que ningún niño debería perderse todo eso. Deslizarse por una rampa metido en una caja de fruta es algo fundamental. Me daban ganas de tirarme yo también. Si hubiera cabido...

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  5. jajaja, siempre digo que los niños de hoy no saben disfrutar de verdad la vida. Alex sí, por suerte.

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