LLUVIA

Lluvia. Lluvia y Mil canciones durmiendo en la pletina. Noches de lluvia, de rumor de persianas y de caracoles rotos en la acera. Noches de mares rojos en miniatura, divididos por las ruedas de los coches. Noches de canalones rumorosos y de pájaros mojados y tristes acurrucados en un árbol oscuro. Noches de besos olvidados, de recuerdos huidizos y efímeros. Noches de espera, de estaciones tristes, de trenes sin pasaje, de periódicos abandonados en un banco goteando amarguras. Noches de reflejos en el techo, de olor a vida. Noches de pasillos angostos y de rumor de nevera en la cocina. De humedades en la esquina del techo, de palabras moribundas en la boca, de carteles oxidados, de gasolineras vacías, de lento llorar de las farolas. De piedras relucientes, de certezas repentinas tumbado boca arriba sobre la colcha. Noche de lluvia, cien y una, siempre la misma repetida.