COSAS QUE NO NOS DIJIMOS

Hace mucho tiempo, durante mi larga estancia de un año en el ejército, tuve la desgracia de conocer a un soldado veterano, violento y con un gusto excesivo por el alcohol, capaz de cometer las mayores barbaridades con los recién llegados en nombre de la pretendida superioridad que le otorgaba el mero hecho de llevar allí más tiempo que tú. No voy a entrar en detalles, pero todo el mundo temía cruzarse en su camino cuando llegaba irremediablemente borracho y con la violencia a punto de desbordarse. Tras varios incidentes, el novato encargado de recoger y repartir el correo, empezó a destruir su correspondencia como una forma de venganza particular, lo que provocó que no se enterase de que su novia lo había dejado hasta unos meses después y de la peor manera posible. Ahora, a raíz de una llamada perdida,he recordado aquello y estoy pensando en que me gustaría saber a donde van las cosas que no se dijeron. Si hay una oficina de frases perdidas o un limbo de las palabras. Si esos correos electrónicos que no se recibieron, esos mensajes de texto que no se entregaron, esas cartas que nunca llegaron al buzón adecuado, esas llamadas telefónicas que nunca llegaron a establecerse, esas notas furtivas que quizás el camarero nunca llegó a entregar, tendrán una segunda vida en alguna parte. Si se alimentarán de ellas los poetas muertos cuando se reunan en su club del cielo o el infierno, si se reorganizarán en un scrabble cósmico para convertirse en otra cosa, si las malas noticias se convertirán en noticias diferentes pero buenas, si los te quiero nunca pronunciados se convertirán en desamor, si las proposiciones imposibles tendrán una segunda oportunidad. Hay tantas cosas que se quedan sin decir y tantas vidas que podrían haber cambiado de alguna manera si esos mensajes hubieran encontrado a sus destinatarios, que pienso que en muchos casos no puede ser casualidad y que en alguna parte debe haber una centralita secreta o una sucursal de correos sin código postal que se queda con todas esas cosas que no nos dijimos y las convierte en sensaciones nuevas en las mentes y en los corazones de otras personas.