"Todo el contenido de este blog (imágenes incluídas) es original salvo enlaces o indicación contraria."

jueves, 11 de octubre de 2012

DESPERTANDO

Cuando me he despertado esta mañana me he encontrado rodeado de nieve. En el patio de armas del castillo negro, al pie del muro, los nuevos reclutas se entrenaban en el manejo de las armas mientras Jon Nieve, acompañado por su lobo huargo, los observaba con el ceño fruncido. Cuando el cocinero ha tocado la campana del desayuno, los hermanos de la guardia de la noche han dejado sus quehaceres y se han dirigido hacia la sala común. Desde la puerta de la armería he visto como Guillermo de Baskerville salía de la biblioteca acompañado por Sherlock Holmes y ambos, cabizbajos y con gesto preocupado han cruzado también el patio para desayunar. En la sala común, iluminada con antorchas, hacía un calor agradable provocado por el fuego que ardía en la chimenea. Los hombres de la guardia estaban desayunando ya. Gachas y vino aguado, por lo que pude observar. En el rincón más alejado de la puerta, Don Quijote contaba, con muchos aspavientos, alguna de sus aventuras a un grupo de caballeros mientras Sancho daba buena cuenta de unas lonchas de tocino que Aldonza Lorenzo le había servido guiñándole un ojo. En la misma mesa, pero al otro extremo, Settembrini discutía, con otros hombres que llevaban mantas de lana echadas por encima de las piernas, sobre la naturaleza de la pasión.
Después de servirme yo mismo el desayuno en un cuenco de barro, me senté. Vi como, unas mesas más atrás, Lisbeth Salander levantaba la cabeza de su ordenador portatil y me observaba. Pensé que ya estaba registrado para siempre en su memoria fotográfica. Aragorn, de pie junto a la chimenea, apoyó una mano sobre el hombro de su gemelo, el capitán Alatriste y ambos entrechocaron sus vasos brindando por su encuentro. Mientras tanto, el coronel Aureliano Buendía, sentado junto a mí, contemplaba pensativo los cubitos de hielo de su vaso de vino. A pesar del frío del invierno, aquel era para él un lujo al que no estaba dispuesto a renunciar.

17 comentarios:

  1. Todos ellos han habitado mis días, también.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Raticulina: Entonces podría decirse que compartimos sueños. Es bonito saberlo.

      Eliminar
  2. Como en un sueño nos cuentas el desayuno de todo un elenco de personajes de ficción, cada uno en su estilo, cada uno haciendo lo que tu imaginación les guarda.
    La verdad es que estar en ese comedor debe ser toda una aventura... yo no sabría donde mirar ni con quien hablar.
    Como todo despertar, te quedó surrealista, pero tan bonito...

    Besitos casi recuperados, del mediterráneo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gala: Soñaba con personajes literarios, quizás un poco surrealista, sí, por la mezcla, pero cada uno en su papel.
      Me alegro de que estés mejor. Es una alegría.

      Un beso.

      Eliminar
  3. Bah, bah, el Don Quijote es un fantasmilla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jazz: Don Quijote es único e irrepetible. ¿Fantasmilla?... ummm déjame que lo piense jaja.

      Eliminar
  4. Algunos de tus compañeros de desayuno se pasan a veces por mi casa, cuando aún no me he despertado del todo. Les veo en sombras dando vueltas por la habitación. En ocasiones veo a Beatriz, perdida sin Benedicto, disparando su afilada lengua contra Carvalho, que a su vez anda detrás de Tita pidiéndole uno de esos platos mágicos que encienden pasiones y arruinan bodas. Me ha encantado la imagen de Guillermo y Sherlock juntos.Cuídamelos.

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dorothy: Guillermo y Sherlock están al amor de la lumbre ahora mismo. Quizás Tita esté preparándoles algo ;)

      Un beso.

      Eliminar
  5. Qué hermoso sueño, yo no habría querido despertar jamás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Belinda: Cuando soñamos, igual que cuando leemos, vivimos vidas diferentes. Ese es el nexo de esta pequeña historia.
      Me alegro de que te guste.

      Un beso.

      Eliminar
  6. Qué hermoso sueño, yo no habría querido despertar jamás.

    ResponderEliminar
  7. M..." Despertando "

    He de decirte que has despertado, luego de ese atrayente sueño con todos los personajes que has nombrado y con un extraño desayuno.
    No todos los sueños son complicados, los hay màs sencillos.

    ¡¡¡ muy lindo sueño !!!

    un beso

    ResponderEliminar
  8. Me encantó.

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Por esto que cuentas, M, y por muchos disfrutes más, me da tanta pena los que no leen ni aman los libros.

    Si sólo pudiera elegir algo para pasar mi tiempo libre a solas de todo lo que me gusta elegiría leer novelas.

    En este desayuno, me sentasría en frente de Don Quijote a maravillarme y reírme con su lúcida locura.

    Un beso, M

    ResponderEliminar
  10. Y que te puedo comentar, no sé, muchas veces digo que la lectura salvó mi vida y es literal, por tanto me uno a esa cofradía con la que te has despertado.

    Besitos

    ResponderEliminar
  11. Ays, no sabría dónde sentarme!!! Creo que por cariñín me sentaría con Sancho, cerca de su señor a escuchar y ver si cae un trocete de tocino. Con Aureliano Buendía brindaría de buena gana y seguramente para finalizar me iría con Sherlock. El resto igual en la comida :). Qué historia tan genial! Me ha gustado mucho, el contexto el modo de hilarlo y la sensación que da cada uno. En muy poquitas palabras nos dejas muy presente su sentir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nurocas: Creo que yo también me sentaría con Sancho y le tiraría de la lengua, para oírle hablar, aunque Settembrini es otra de mis debilidades. No sé, se me haría muy corto el desayuno. Quizás fuese mejor una cena sin prisas para poder hablar con todo el mundo.
      Muchas gracias Nurocas, eres muy generosa, como siempre.

      un beso.

      Eliminar

SI HAS LLEGADO HASTA AQUÍ, NO TE ECHES ATRÁS AHORA. NO ME PRIVES DE SABER LO QUE PIENSAS. TUS PALABRAS ME IMPORTAN.