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jueves, 20 de junio de 2013

VIAJE A NINGUNA PARTE

Casi no he viajado. Y me da bastante vergüenza reconocerlo. Mi viaje más exótico consistió en pasar tres días en Roma, por lo demás, apenas un par de escapadas a Andorra, Un visto y no visto en el sur de Francia y poco más. Porque Gibraltar, prefiero no contarlo, por patético, como salida al extranjero.
Viajar es una importante manera de adquirir cultura, de abrir la mente, de vivir experiencias nuevas, de aprender por uno mismo, de ver la vida con otros ojos, sin embargo, mis circunstancias personales han hecho que me haya movido bastante dentro del país, pero muy poco (por no decir nada) en el exterior.
En los últimos años me he visto rodeado de personas viajeras, de estudiantes de erasmus, de frecuentadores del sudeste asiático, de residentes en Nueva York a tiempo parcial, incluso de musculosos adictos a los hoteles de todo incluído en el caribe. Y yo, que cuando las vacas eran gordas bebía leche de gallina, me daba mis paseos hasta Cádiz cada verano para que mi hijo pasara sus vacaciones allí con sus primos y sus abuelos y leía guías de viaje de Nueva York o París sentado en el sofá.
Soy un ignorante. Un viajero de documental que estudia inglés para ver películas en versión original o para dar indicaciones a los extranjeros que visitan Barcelona. No sé nada de tantas cosas que se me cae la cara de vergüenza. Veo las fotos de las escapadas de los demás y escucho las anécdotas de sus viajes al Tibet, a Finlandia, a Cuba o a Corea del Norte, con la boca abierta.
Y las circunstancias no tienen visos de cambiar. Sigue en el cajón el pasaporte que me saqué hace seis años. Sin ningún sello.
Patetismo a troche y moche, pero en algún momento tenía que contarlo.

22 comentarios:

  1. Ya somos dos :(

    Besos desde el aire

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  2. Pues yo diría que viajas y nos haces viajar con cada entrada aquí, en tu blog, hacia el interior. Viajes al centro de uno mismo.

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    1. Anónimo: Muchas gracias por tu generosa apreciación. Algo de razón tienes, al menos en lo de que son viajes hacia el interior. Lo de salir fuera está visto que no es lo mío.

      Un saludo.

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  3. Gracias por tu visita a mi blog. A través de ellos también viajamos. Barcelona, es una ciudad preciosa, llena de encanto, de historia y unos atardeceres espectaculares. No he viajado mucho, pero, desde que toqué tierra aquí, me hechizó cada una de sus calles.
    Ánimate y cuando quieras nos damos un buen paseo por estos lares, que son bonitos y a la vez deliciosos.

    Besitos de luz

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    1. Carolina: Es un placer visitarte. Es cierto que Barcelona es una ciudad preciosa, llena de encantos y de lugares maravillosos. Ya que no viajo, es una suerte, sin duda, vivir aquí.

      Muchas gracias por tu comentario!
      Un beso.

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  4. Yo estuve como tú mucho tiempo, soñando en viajar, leyendo guías, recorriendo paisajes con la mente mientras mis pies seguían aquí. Podíamos hacerlo, pero lo guárdabamos para cuando pudiéramos. Un absurdo. Pero enterré ese cuando pudiéramos, el vestido de novia que no llegué a comprar y las obligaciones. Y me hice el pasaporte, corriendo. Y desde entonces me quema en las manos cuando pasan nueve meses sin un nuevo sello. O uno viejo repetido, porque volver a los lugares en los que has sido feliz es la mejor cura para todo. Y no te creas a los que te digan que no vale la pena ensuciar el pasaporte por menos de diez días. Vale la pena. Aunque sean cinco días. Siempre es mejor que nada y los ojos y el alma se te llenan más en cinco días, o cuatro, que en ninguno. Me he ido a la otra punta del mundo para nueve días. Y volvería a hacerlo. Desempolva ese pasaporte. Ve donde quieras. Deja a Álex unos días con sus primos en Cádiz y escápate a Marruecos, que lo tienes cerca. O escaparos juntos en un paréntesis de Cádiz. Pero ten en cuenta algo, cuando empiezas no puedes parar. El globo terráqueo se empieza a hacer pequeñito y sólo ves aviones. Yo ando buscando quien me acompañe a África subsahariana, y a la Polinesia francesa, y a Camboya, y a Vietnam, y a Jordania, y a Egipto, y a Islandia, y a Kyoto, y al Caribe holandés, y a Panamá, y la Isla de Pascua, y a Chile, y a Madagascar, y a Alaska, y a San Petersburgo...

    Un beso

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    1. Dorothy: No sé si estoy muy de acuerdo con eso de que volver a los lugares donde has sido feliz lo cura todo. Quizás sea así en muchos casos, pero otras veces el lugar donde fuiste feliz ha sufrido tantos cambios, o han ocurrido cosas nuevas en e´l, no necesariamente agradables, que es mejor no volver y conservarlo para siempre como fue en tu memoria.
      No tengo problemas en hacer viajes cortos. De hecho, me parecen la gran alternativa.
      De esos lugares que mencionas hay muchos a los que me apuntaba sin dudar.

      Un beso.

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  5. Siempre soñé con viajar, desde muy niña al África. Nunca lo hice.
    En mis veinte quise conocer bien mi patria de nacimiento y viajé a Italia, sola, por varios meses en cuatro oportunidades. Fui dos veces a España e hice unas cuantas visitas a Estados Unidos. No conozco lugares exóticos ni la India ni Japón. Disfruté esos viajes, era una fanática en organizarlos, en saber de cada lugar.
    Pero ahora, hace ya bastantes años, me ha pasado ese furor, el entusiasmo, tampoco ya podría permitítmelo. Prefiero oir a otros viajeros que cuentan sus historias y aventuras. Yo soy feliz en mi pequeño mundo, tal vez porque el de afuera es cada vez más hostil.
    No te avergüences de no conocer tanto como quisieras, a veces la gente viaja por puro esnobismo, para volver y decir estuve acá y allá, pero se la pasaron yendo de compras o viendo veinte ciudades en una semana, de las que no recuerdan nada.
    Disfruta de tu tierra, de compartir con tu familia lugares conocidos, agregale algunos nuevos y apoyo lo que dijo Anónimo: sigue con tu viaje interior y compártelo con los que te leemos.
    Pero no abandones tu sueño, nunca sabemos que giro nos ofrece la vida.
    Vaya la perorata que me salió.
    Un abrazo

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    1. Mirella: Muchas gracias Mirella. Son muy buenos consejos. Ya sé que hay mucha gente que viaja sin ver. De hecho conozco un caso espectacular de una persona que ha viajado por todo el mundo y ha tenido vivencias espectaculares, pero que no se ha enterado de nada.
      En fin...
      Muchas gracias de nuevo por tu comentario y tu generosidad. No sé si la merezco.

      Un abrazo.

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  6. Sugerente, lleno de aventuras, ese pasaporte sin sellos. Y no los estúpidos coleccionistas de fotos desde el autocar, que coleccionan países con chinchetas en un mapa.
    Viajar con una guía, desde un parque, es mucho más placentero.
    Abrazos.

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    1. Amando García Nuño: Jajaja... gracias por consolarme. Supongo que hay de todo. Muchos turistas y pocos viajeros, eso sí.

      Un abrazo, amigo.

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  7. Qué bonita entrada, si le cabe le adjetivo, me gusta mucho ese intercambio de NY por que tu hijo comparta con la familia, eso es un buen cambio. Y saber inglés para ver la pelis tiene un valor incalculable. Soy una viajera impenitente, pero mi primer gran viaje lo hice a los 30, si mal no recuerdo. Luego, nunca es tarde para empezar, tengo una amiga, que a sus, 44 años nunca había salido del país y en diez años ya ha llenado pasaportes completos, gracias a un trabajo muy bonito con proyectos sociales que tuvo. En fin, hay muchas maneras de viajar, tener curiosidad por el mundo, a través de un libro, periódicos, pelis, arte, es una de ellas.
    Saludos

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    1. Claudia Hernández: Está claro que hay muchas maneras de viajar y las que no implican un desplazamiento físico, procuro ejercitarlas todo lo que puedo. En efecto, nunca se sabe. Confieso que no iba a escribir sobre esto, pero cuando he empezado a pulsar teclas, ha salido así, por tanto es verdad. No se sabe nunca.
      Muchas gracias por tu comentario y tu percepción. Sé que es sincera.

      un saludo.

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  8. Yo me considero viajera, me apasiona, de hecho es lo que mas me entusiasma y procuro tener siempre una escapadita programada y una hucha abierta para los gordos en detrimento de apliques para la casa o el coche sin el que nadie entiende que pueda vivir, hay que recortar por otro lado y cada uno tiene sus preferencias. Sin embargo no todos los viajes tienen que ser a la Chimbamba para aprender, abrir mentes o entender el mundo. Yo siempre reservo una o dos semanas gaditanas y no tengo familia allí :). M. no es un motivo para avergonzarse. Que te gustaría hacerlo y te fastidia no poder, como a todos nos fastidia querer algo y no poder tenerlo? vale, pero vergüenza no. Porque, por lo poco que puedo intuir de ti, distas mucho de no entender el mundo, o de tener una mente cerrada, mas bien al contrario abierta y repleta de experiencias e historias que contar.
    Mantén ese pasaporte cerca, nunca se sabe :)

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    1. Nurocas: Reservarte una semana o dos al año para ir a Cádiz, dice mucho de ti jajajaja. Eres de las mías, aunque tú andes para arriba y para abajo y en cambio yo esté pegado a este asiento.Eso sí, mi viaje a Cádiz no falla. Ya tengo al niño contando los días.
      Tengo el pasaporte muy cerca, justo aquí en el cajón, pero no lo saco a menudo para no hacerme mala sangre.
      Muchas gracias por todo.

      un beso.

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  9. ...bueno, creo que lo de realizar grandes viajes está sobrevalorado hoy en día... Sí, es cierto que la gente presume mucho de viajar a lugares exóticos, más o menos lejanos... sobre todo a través de las redes sociales, con un sinfín de imágenes que avalen que han pasado por allí y se lo han pasado en grande (aunque en realidad no se hayan enterado de la misa la media, jeje!!) ...pero, sigo pensando que lo importante es saber mirar, comprender y sorprenderse con lo mínimo... de ahí, sólo es cuestión de perspectiva. Saber observar y deleitarse con ello es lo importante, sea aquí, en el pueblo de al lado o en China.
    Un abrazo ;)

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    1. L. Becerro: Por supuesto que estoy de acuerdo contigo. La mirada es lo más importante. Un observador atento puede escribir una novela mirando por la ventana y hay personas que por mucho que viajen, no aprovechan la experiencia como lo harían otros. No sé si es un consuelo porque la falta de opciones es lo malo de esto, después el saber aprovecharlas mejor o peor , es cosa de cada cual.

      un abrazo, Luisa. Y muchas gracias.

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  10. Bueno…podría decir mil cosas, pero voy a resumir. No creo que seas ignorante, de eso nada. Yo he visto a gente volver de Berlín sin saber cuál es la Puerta de Brandeburgo. Otros, volver de Nueva York con las maletas llenas de ropa de marca y no haber puesto un pie en Central Park. He estado en Ámsterdam y he sido testigo de cómo algunas personas huían de la casa de Ana Frank porque los coffie shops empezaban a abrir las puertas. El nivel de cultura es independiente al número de viajes que hayas hecho. Mucha gente llega a la ciudad de destino, se hace un par de fotos al lado del monumento y entonces ya puede volver a casa para explicarlo. Te lo digo, yo. Para esta gente, el viaje empieza cuando vuelve, porque es cuando pueden explicar sus historietas. Y esos estudiantes de Erasmus…A ver, ¿cómo decirlo? ¡La mayoría se vuelven sin haber aprobado una mísera asignatura! También te lo aseguro. Yo estuve en una residencia de estudiantes en Dublín y tenía compañeros que cada noche se iban de fiesta, y al día siguiente, claro, no había manera de que fueran a clase. Alguna noche hasta vino la policía. Yo creo que cada cosa a su tiempo, y también creo que el aparentar para algunos lo es todo. Decir que he viajado a “aquí” o que he estado estudiando “allá” suena muy bien, pero ¿de qué te sirve si no lo utilizas para tu propia autorrealización?
    Así que yo creo que eres más culto que muchos de esos viajeros, y además, que estés estudiando inglés por voluntad propia ya demuestra tu interés.
    De todas formas nunca es tarde para viajar. Si es lo que quieres, elige un lugar que siempre te haya interesado y vete.
    Al final me he enrollado escribiendo!
    Un saludo!!

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  11. Indira Bas: No me considero un ignorante. No quiero pecar de falsa modestia, pero sí que lo soy en el sentido de los viajes físicos y la cultura que otorgan a quienes buscan en viajar algo más que cambiar de sitio durante unos días. A la fuerza he de ser un ignorante en eso aunque sepa cuando se construyó la puerta de Brandemburgo o me fascinen los mensajes inscritos en los bancos de Central park. Supongo que estaremos de acuerdo en que Ulises no habría sido el mismo si nunca hubiese salido de Ítaca por mucho que leyese o le contasen lo que había más allá.
    Sobre quienes viajan mirándolo todo pero sin ver nada... bueno, habría mucho que hablar. Es la consecuencia negativa de que el hecho de viajar se haya popularizado tanto, pero creo que entenderás que el aprovechamiento que hagan los demás de sus viajes no me consuele.
    Nunca es tarde para viajar, lo sé. Ya veremos si dentro de un tiempo no estoy escribiendo aquí una crónica de viajes...
    Como dijo John Dumbar en "Bailando con lobos: Quiero ver la frontera antes de que desaparezca ;)

    Un saludo y muchísimas gracias!.

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  12. No creo que debas tener ese pesar... tu eres muy culto y autodidacta, no salir de España no significa ser un inculto de mente cerrada, lo que sí deberías hacer, es ponerle solución, tu hijo ya tiene edad para echar a volar con papá y ver París, Manhattan o Chichén Itzá, esa maravilla arquitectónica en México. Seguro que os enriquecería a ambos. Un beso.

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    1. Merche Valdés: Tomo nota de tu sugerencia. Quizás estaría bien un interrail juntos. Ya veremos.
      Muchas gracias por tu amabilidad, Merche. No lo digo por quedar bien, de verdad que me ves de una manera especial y yo te lo agradezco.

      un beso.

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