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lunes, 29 de octubre de 2012

POR QUÉ NO ESTOY A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA

Soy hijo de la inmigración. Mis padres emigraron a Cataluña en los años sesenta del pasado siglo. Yo nací en Cádiz, pero con un mes me trajeron de vuelta a la tierra donde fui concebido. Pasé mi infancia en una ciudad dormitorio del cinturón de Barcelona, jugando a fútbol en la calle me hice del Barça y aprendí catalán. Estoy orgulloso de ser quién soy. Soy español y catalán. Algo natural y en modo alguno incompatible.
 Tengo un hijo al que hablé en catalán desde que nació. Para que fuese su lengua materna, porque considero que aquí, saber hablar catalán, es un orgullo, una obligación y una muestra de sensibilidad y de cultura. No obstante considero que hablar catalán, como la mayoría de cosas en la vida, debe ser una opción y no una imposición y que conociendo los dos idiomas, si me dirijo a alguien en catalán es una muestra de educación y de cortesía que se me conteste en la misma lengua. Y eso debería ocurrir también al revés, si utilizo el castellano. Y no siempre ocurre, de hecho, cada vez ocurre menos.
 De unos meses a esta parte, el caldo de cultivo de la crisis y el metódico discurso nacionalista en contra del resto de España están haciendo que personas que nunca han estado por la independencia de Cataluña se muestren ahora receptivas con la idea. En los colegios se inculca en las generaciones de futuros votantes la idea de que Cataluña es y ha sido siempre una nación bajo el yugo de una España imperial que solo existe en la mente de los políticos nacionalistas y de los demagogos empeñados en tergiversar la historia. Hace más de treinta años del final de una dictadura que sufrimos todos los españoles y no solamente los catalanes, así que me molesta sobremanera la identificación de España, por parte de los nacionalistas catalanes, con el fascismo y la intolerancia. Quieren vendernos la grotesca idea de que durante siglos, los catalanes hemos sido españoles a nuestro pesar.
 España no es un país perfecto ni lo ha sido nunca. A lo largo de nuestra historia hemos sido gobernados por demasiados imbéciles, demasiados políticos y reyes ineptos y demasiados gobernantes preocupados solamente por medrar y perpetuarse en el poder olvidándose del interés general del país. La gente está decepcionada con una clase política que tras haber llevado a España a la situación actual, es incapaz de ponerse de acuerdo para salir de esta situación y lo único que saben es echarse la culpa unos a otros y recortar gastos de todas partes menos de sus bolsillos.
 El cincuenta por ciento de los jóvenes no tiene trabajo, las reformas laborales del gobierno no han servido de nada, las organizaciones benéficas atienden al año a más de dos millones de personas, por primera vez los suicidios van por delante de los accidentes de tráfico como causa de muerte en España. La pobreza nos hace toparnos cada día por la calle con imágenes que creíamos desterradas y en vez de remar juntos para sacar este barco del remolino de miseria y desesperación en que nos encontramos, los políticos nacionalistas aprovechan para azuzar la división y los otros se dedican a mirar para otro lado sin tener la talla moral y la altura política de coger el toro por los cuernos, se queme quien se queme, en beneficio del país.
 Dicen los nacionalistas catalanes que "la culpa la tiene España". ¿Se puede tener la piel fina con el expolio fiscal (qué dificil defender algo a lo que califican como "expolio") y tan gruesa con los otros males de la sociedad catalana?. Y me refiero por ejemplo a la especulación, la exclusión, la explotación y la corrupción. Se juega a dividir, a establecer dos categorías de catalanes, a implantar en el cerebro de la gente que España nos roba y que solos estaríamos mejor. Pero la clase política catalana no es un ejemplo de virtud. Nada más llegar al poder el gobierno de Artur Mas eliminó el impuesto para que no tributen las transmisiones de las grandes fortunas y sin embargo, aplicó recortes en sanidad y educación como no se habían visto jamás. Hace poco el señor Mas tildó los recortes de "incómodos". No es la palabra que yo utilizaría. Llama la atención que quienes se muestran indignados con las injusticias reales o imaginadas que nos provoca España, muestren tan poca sensibilidad hacia los padecimientos de los más desfavorecidos.
 Ahora se detecta mucha prisa por avanzar en el camino hacia la independencia. Los nacionalistas tienen miedo de que vayamos saliendo de la crisis, así que como buenos pescadores quieren aprovechar las ganancias que trae el río revuelto. Se nos quiere vender la idea de que la independencia será la solución a todos los males, como si fuese tan sencillo. Yo sospecho que solo aportaría dolor y división. Algo a lo que por desgracia, los españoles estamos tan acostumbrados.

27 comentarios:

  1. Firmaría esta entrada ahora mismo.
    Creo que has dicho bien claro lo que muchos pensamos.
    Soy progresista, pero siempre he desconfiado de los nacionalismos que solo atienden a criterios económicos.
    Siento a los catalanes como españoles y me daría una gran tristeza que dejaran de serlo. No entiendo que en un mundo que va camino de la globalización se sigan defendiendo reinos de taifas y fragmentaciones que solo benefician a unos pocos con dinero.
    ¡Bravo, M.!

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  2. Isabel Martínez Barquero: Supongo que hay tantas opiniones como personas. Desde luego, es cierto que a estas alturas, es incomprensible este afán por la división. Estoy contigo, aunque la brevedad haya dejado fuera este y otros argumentos. Considero, eso sí, que no sólo pesan los argumentos económicos pues el nacionalismo catalán apela también como base de toda la cuestión identitaria a un "sentimiento patriótico catalán" y ante este "sentiment" no valen razonamientos ponderados.
    Un saludo, Isabel y gracias.

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  3. Mis padres se conocieron en Cataluña, y toda la familia volvimos a Cataluña, cuando yo tenía once años. En un verano aprendí catalán y entré en el instituto donde empecé a perfeccionarlo. Mis hermanos eran más mayores que yo y también lo aprendieron aunque ahora no lo practican.
    Durante siete años aquél fue nuestro hogar, quizá no un hogar perfecto pero un hogar a fin de cuentas. Allí crecimos, maduramos, nos hicimos personas. Hay muchos aspectos en los que no estuvimos nunca deacuerdo con la mayoría de los que nos rodeaban, y aprendimos a que nunca vamos a tener idénticos puntos de vista y que hay cosas que no nos van a gustar, pero que son como son.
    Llevo cuatro años viviendo en Madrid y tengo que decir que gracias al catalán tengo un trabajo estable, con la que está cayendo. Nunca quise que se me olvidara el catalán, quizá por mi amor a los idiomas, o porque siempre supe que me iba a servir.
    Tengo dos sobrinas nacidas y creciendo en Cataluña, en el cole hablan catalán, en casa hablan castellano y a veces con mamá hablan catalán también. Lo que me dolería no sería que mis sobrinas cuando vayan creciendo hablen en catalán, o sean del Barça o hagan castellets. Lo que me dolería es que el día de mañana mis sobrinas piensen como piensan cientos de miles de personas. Les estamos dando la mejor educación que creemos y los valores que nuestros padres nos han inculcado siempre. Y el primero de esos valores, es el respeto.
    Y mi más sincero respeto a tu forma de pensar. Me gusta.

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    1. Cualquier opinión puede expresarse desde el respeto a la opinión de los demás. Yo respeto la opinión de los que no están de acuerdo conmigo porque la libertad individual acaba donde empieza la libertad de los demás. He expresado mi opinión, nada más. Como yo hay muchos que no tienen un canal para expresarse, pero que piensan igual. Ojalá que seamos suficientes.

      Gracias pot tu comentario y un saludo.

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  4. Entiendo que no es el momento de plantearlo y creo que su planteamiento sólo pretende esconder otras muchas cosas. Con todos los problemas que hay, esto es crear uno más. Por otra parte, reconozco que últimamente le doy vueltas muchas veces a qué pasaría si Baleares se independizara, sobre todo cuando ves que por cada 174 euros aportados al Estado sólo 1 euro se invierte en las islas, donde faltan escuelas, hay hospitales muy necesarios parados por falta de dinero, en mi isla no tenemos radioterapia y los enfermos de cáncer tienen que salir fuera para curarse asumiendo el coste de vuelos, hoteles y dietas que, con suerte, si sobreviven, en tres años les devolverán una parte, en invierno apenas hay vuelos... Vaya, que reconozco que le doy vueltas, aunque no creo que la independencia sea una solución, para nada, pero sí pediría a los políticos que las inversiones fueran más justas y equitativas entre comunidades. Si eso se hiciera bien, nadie tendría argumentos en los que sustentar la propuesta de la independencia.

    Un beso

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    1. Dorothy: No voy a discutir contigo sobre cifras porque no conozco vuestra realidad. Además, estoy segurísimo de que tú estás mucho mejor informada que yo. De todas formas me extraña mucho ese porcentaje de reinversión del gobierno en Baleares. Es una cifra inasumible que no creo que tenga parangón en Europa occidental.
      Hablas de una posible independencia de Baleares. Yo, sinceramente no creo que nos fuese mejor si Catalauña tuviese la independencia, Baleares tuviese la independencia y Talavera de la Reina tuviese la independecia. Creo que eso nos restaría como sociedad y el reflejo de la sociedad se traslada a las personas.
      Está claro que hay que cambiar muchas cosas, por lo que cuentas, hay injusticias flagrantes que deben ser resueltas, pero en el mundo que vivimos, mi humilde opinión es que las independencias no van a solucionar las cosas. Creo que las reclamaciones independentistas a día de hoy se aprovechan del estado de la economía como argumentario pero en el fondo nunca ha sido por eso. Si saliésemos de la crisis mañana, muchos seguirían reclamando la independencia de Cataluña. Y tienen derecho a reclamar lo que quieran, que conste.

      Un beso.

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    2. Creo que no me he explicado bien. No estoy a favor de la independencia, lo que digo es que entiendo que la idea se pueda pasar por la cabeza cuando ves en qué se gasta el dinero el Estado.

      Un beso

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    3. Dorothy: Quizás no te he entendido bien yo. Porque está claro que es así. A la vista está.

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  5. Muy interesantes argumentos, sobre todo viniendo de alguien que vive allí y es de allí. Sin duda, no hay nada más lamentable que los nacionalismos, porque los únicos que ganan con ello son los partidos que lo abanderan. Por otro lado, sirve este debate tanto al gobierno catalán como Español para distraer la atención de los verdaderos problemas del Estado español: el desempleo, los recortes, etc., una fabulosa cortina de humo para tapar cuestiones de mayor trascendencia para el día a día de todos: el desarrollo de un país y el bienestar de sus habitantes.

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    1. Claudia Hernández: Por supuesto que hay mucho de cortina de humo detrás de todo esto. Es curioso que en España nadie haya dimitido, nadie tenga culpa de nada y no solo no viesen venir una crisis que es mundial pero que en España estaba al caer porque la situación del mercado inmobiliario no era sostenible, sino que la estuvieron negando hasta el último segundo. No me gustan los nacionalismos sean del color que sean, Tampoco soy un nacionalista español. Dijo Einstein que los nacionalismos son como el sarampión; una enfermedad infantil. Ojalá en este caso se queden en eso.

      Un abrazo.

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  6. Me gustan tus argumentos, sobre todo por el sentimiento que deriva de ellos, y por la naturalidad con que los cuentas.
    Ciertamente aprovecharse de una situación como la que vivimos no es muy decente, pero es que los políticos nunca lo fueros.
    Son aves carroñeras, inculcando sus mentiras y aprovechándose la situación, como hicieron antes, y como seguirán haciendo en Cataluña en Valencia o en la cochimbamba!

    Tan triste como real.
    Personalmente entiendo que cada uno haga como se suele decir de su capa un sayo, pero sobre todo que tenga sus ideas claras, no se deje arrastrar por la corriente. Que esto luego siempre pasa factura.

    Besos mediterráneos.

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    1. Gala: He intentado argumentar y no dejarme llevar por sentimientos, porque los argumentos se pueden discutir, pero los sentimientos no son racionales. En todo caso, he dejado clara mi postura.
      Tendría que decirte que no se puede generalizar en toda la clase política las miserias de unos pocos... pero la verdad es que si me preguntan el nombre de un político por quién pudiera poner la mano en el fuego, no sabría qué contestar. Según las encuestas, los españoles vemos a los políticos como un problema y no como parte de la solución. Por algo será.

      Un beso, Gala.

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  7. no puedo estar más de acuerdo contigo.... lo bueno es sumar y no excluir.

    biquiños,

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  8. Algo parecido pasa aquí en Galicia.
    La gente desevoluciona, qué se le va a hacer.

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    1. Jazz: Si Cataluña algún día es independiente, te veo votando si quieres ser española, porque una vez abierto el grifo, todo es agua.

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    2. ¿Tiene correo, Maese M.? Para tratar un tema personal, digo. No se asuste.

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    3. Jazz: Mi correo está visible en mi perfil y en el formulario de comentarios: chicomalo3772@hotmail.com

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  9. ¡Qué bien escrito, qué bien explicado, qué bien analizado, qué bien desarrollado, y mira que cuando el tema quema, es aún más complicado!

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    1. brisa: Debes ser andaluza... lo digo porque dicen que los andaluces son muy exagerados. Tanta generosidad me abruma.

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  10. Hola M...tema delicado el que tratas; agradezco tu sinceridad. Te habla una vasca curada de espanto. ¿te doy mi simple y simplista opinión? La situación de crisis propicia esta situación; yo lo llamo rabieta... ¿Te cuento lo que creo que va a pasar? Nada, NADA...Aquí también con el Plan Ibarretxe vivimos al borde del ataque de nervios, y al final, seguimos donde estamos, en el Pais Vasco y en España. Yo confío en vosotros.

    Un beso,

    (Ah!por cierto; me quiero hacer seguidor de tu hijo, pero blogger hoy está un poco tonto)

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    1. Pat.mm: Quizás tengas razón y esto sea una rabieta que quede en nada, no lo sé. Yo respeto la opinión de los ciudadanos de a pie que piensan que la independencia solucionaría algo, aunque no esté de acuerdo, pero espero que las cosas se arreglen, que los políticos de uno y otro lado se pongan de acuerdo y que los que cargamos con todo no tengamos que elegir en qué bando queremos estar.

      Mi hijo es poco constante escribiendo en el blog (normal, con la edad que tiene), pero se emociona muchísimo cuando le dejan algún comentario o alguien se apunta a seguirlo, así que se alegrará de verte por ahí y seguramente se dará una vuelta por tu casa jaja.

      Un beso.

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  11. Hola M.! Interesante... me quedo sobre todo con la parte de los idiomas, es verdad que se debe de respetar eso, el idioma de un país y a veces no lo hacen, no piensan... y al mismo tiempo cada uno tiene su visión particular y las cosas del idioma y la identidad calan hondo y a veces no nos entendemos unos a otros... muchas veces...

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    1. Pau: Son reflexiones en voz alta con las que se puede estar de acuerdo o no. En todo caso yo lo veo así. En cuanto a lo de los idiomas, es cierto que el catalán estuvo perseguido durante la dictadura así que me parece coherente, lógico y necesario que se hayan tomado medidas para reactivarlo y que no acabe perdiéndose. Otras cosa es la imposición. No me gusta nada que sea la única opción en muchos ayuntamientos o que se excluya a los escritores catalanes que escriben en castellano.

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  12. Sucribo tu post palabra por palabra y añado que todo esto es una cortina de humo, una forma de entretenernos de los problemas reales, paro, recortes, etc... Un buen post muy lúcido y sin paja.
    Veremos que derroteros siguen.

    Besitos

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  13. ¿Te das cuenta?
    Cada uno tiene su idea y escoge su opción. Lo difícil es para los que no tenemos ninguna idea al respecto y, por tanto, no podemos escoger qué opción es la mejor o la más decente.
    Estos días me dedico a hacer proselitismo de mi partido, quizá el único que no participa de esta discusión, ya que es completamente imparcial o, mejor, absolutamente democrático; y no puedes imaginar lo que me encuentro y los problemas que tengo para dar a conocer mi mensaje.
    Dices: "En los colegios se inculca en las generaciones de futuros votantes la idea de que Cataluña es y ha sido siempre una nación bajo el yugo de una España imperial que solo existe en la mente de los políticos nacionalistas y de los demagogos empeñados en tergiversar la historia."
    Y yo no sé de qué colegios hablas. Seguramente los habrá, igual que otros que inculcan lo contrario; pero en su mayoría puedo asegurar que el profesorado se mantiene muy imparcial. En sí, eso que dices suele ser una de las defensas victimistas de los que están en contra sin estar seguros del por qué.
    En fin... Te copio la conversación que tuve hace tres días con un grupo de chavales de dieciocho, de ambos sexos, sentados en un banco de la plaza de Lesseps:

    Ellos: Fuera de España viviríamos mejor, aunque eso no significa que seamos independentistas.
    Yo: ¿Estáis seguros?
    Ellos: Si, en el aula hemos echado cuentas y no falla.
    Yo: pero hay cosas que no os cuentan, como la pérdida de ventas, Europa…
    Ellos: lo hemos tenido todo en cuenta. Y, mirándome con conmiseración: es largo de explicar.
    Yo: ¿Y por qué dudáis?
    Ellos: Porque hay más cosas aparte de la economía.

    Y podría haber terminado así, si no fuera porque un par de ellos ya se habían decidido, descubriéndose independentistas por estar cansados de ser gobernados por los subnormales que elige el resto de España.

    Ya ves... en todo caso que cada uno saque sus propias conclusiones.
    Yo hace años saqué las mías y las publiqué en varios foros de economía (que es lo mío), que aunque no fuera por el dinero, expliqué con detalle por qué España se había roto (Porque, amigo mío, España se rompió hace bastantes años y ahora solo estamos presenciando el resultado).

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  14. Pau: Tu opinión me parece muy respetable. Como todas, por otra parte. Todo es debatible y puedo estar equivocado, pero no me parece que tenga una actitud victimista ni que esté en contra sin saber el por qué, al contrario. Me he pasado la entrada intentando argumentar por qué estoy en contra.

    La verdad es que no quiero crear aquí un foro de discusión sobre la conveniencia o no de la independencia de Cataluña porque esté blog no ha sido creado para eso. De hecho en muy contadas ocasiones dejo escapar opiniones políticas, así que me limito a decir que las aseveraciones sobre la enseñanza que he hecho las he meditado bien y aunque no dudo de la imparcialidad de los profesores en general, yo me refería sobre todo a los contenidos educativos que son potestad de cada comunidad autónoma. Cataluña en este caso.

    No sé lo que pasará. Sólo he reflejado mi opinión.

    Sobre tu partido... me parece utópico. La idea me gusta mucho, pero creo que no estamos preparados para ello. Creo que solo podría influir en política con un respaldo relativamente grande y hoy por hoy me parece que por muchos motivos la gente no está preparada. Es una pena, en todo caso, porque la verdad es que creo que las cosas podrían ser muy diferentes.

    También estoy de acuerdo en que todo esto no es nuevo y que de aquellos polvos vienen estos lodos, pero es que nada de esto es nuevo en realidad. Esto es un bucle que se va repitiendo cíclicamente y que por lo visto, en España estamos condenados a repetir sin aprender nunca.

    Un saludo y gracias.

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