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lunes, 20 de junio de 2011

LA TÍA JACINTA Y LA PERSISTENCIA DE LA FATALIDAD

La tía Jacinta, aprovechando un viaje de su parroquia, se fue a Lourdes a pedir por la salud de la familia y volvió con dos garrafas de agua bendita, unas reliquias del hábito de no se quién y un brazo roto.
Un año después viajó a Fátima de donde regresó ilesa, pero fue la única porque su autocar volcó en una curva y todos los demás pasajeros resultaron heridos.
La tía Jacinta era admirada y temida a partes iguales. Tras heredar la fábrica de motos de su marido, regaló un ciclomotor a todos los chicos en paro de la provincia para que pudieran ir a buscar trabajo y acabó arruinándose
Antes de que su marido muriese de una coz que le propinó el caballo que Jacinta estaba acariciando (después de haber sobrevivido incluso al ataque a Pearl Harbour durante su luna de miel), Jacinta intentó dar la vuelta al mundo para probar la nueva moto orgullo de la fábrica. La bautizó "Peregrina J600" y en compañía de su sobrina Elisa partieron de Sanlucar de Barrameda (por emular a Juan Sebastian Elcano) y llegaron hasta el Tibet. Fueron las primeras mujeres occidentales en viajar por el Tibet montadas en motocicleta y los tibetanos aún recordarían su visita si no fuese porque a los cuatro días de la llegada de la tía Jacinta los invadieron los chinos. Siempre fue muy particular la tía Jacinta. Dilapidó su fortuna haciendo de mecenas a un puñado de escritores con poca fortuna (y menos salud pues murieron todos de tuberculosis menos uno, al que atropelló un tranvía). Montó en avioneta, viajó a ver al papa en varias ocasiones (era una ferviente católica que se apenó mucho cuando lo del atentado la pilló tan cerca) y murió cumplidos los noventa. Antes de eso había perdido un poco la cabeza y se pasaba el día ideando frases que su sobrina Elisa apuntaba en la misma libreta que usaba para diseñar paragüas:
- Apunta hija, apunta
Decía mientras se fumaba un cigarrillo engastado en una larga y elegante boquilla.
- apunta esto: me gusta fumar mientras como porque la comida me sabe a barbacoa.
En uno de sus momentos de menos lucidez se le ocurrió hacer una barbacoa con todas sus fotos para borrar cualquier imagen de su paso por el mundo y aunque se le fué la mano y quemó la casa no lo consiguió: Se salvó una foto. En ella se ve a la tia Jacinta con ochenta años, a lomos de una mula, sonriendo a la cámara,mientras al fondo, borroso pero distinguible, se aprecia a un hombre que acaba de dar un traspiés y con cara de sorpresa se ha quedado congelado mientras caía de espaldas.

17 comentarios:

  1. Tu tía es de esas personas que no sólo saben vivir la vida sino que , además, te hacen la tuya más fácil o, en su caso, lo intenta.

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  2. El del tranvía era Gaudí?????? Porque si es así el puntillo de la historia da para pensar y mucho.

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  3. ¡vaya tia!jejejeje, nunca mejor dicho...¿era gafe?...

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  4. Lo siento, no he podido evitar reirme de una forma algo maliciosa. Pensando que si tu tia Jacinta, que en paz descanse, estuviera viva la iba a pagar unas vacaciones cerca de unas personas queridas por mí.

    ha sido un relato muy muy divertido ingenioso; porque si esto es real; te has librado de una buena

    SALUDOS.

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  5. aina: Confieso que he exagerado mucho y he mezclado realidad y ficción. Normalmente no lo hago y en todo lo que escribo suele haber como mínimo un 90 % de verdad. De todas formas, la tía Jacinta era todo un personaje.

    montse:El del tranvía no era Gaudí. Se llamaba Gervasio Caracoles y se dijo que el tranvía lo atropelló por lento.

    Anna: Sí, era gafe jajajaja se nota no?

    Kiya:jajaja...Que mala eres.No las querrás tanto a esas personas.

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  6. Es un gusto conocer tu blog..
    te dejo un abrazo!

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  7. Me hiciste reir con la historia de tu tía Jacinta! Jaaa!

    Saludos

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  8. Este si que es personaje, pero en realidad es tía tuya ?

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  9. Allek: Como suele decirse: El gusto es mío.
    De todas formas, ya me dejaste un comentario hace poco tiempo.

    María Beatriz: Se trataba un poco de eso jajajaja. Gracias por tu visita y tu comentario.

    Xixe: sí, esta vez no es todo real para variar, aunque mi tía Jacinta existió no se llamaba así y era todo un personaje. Con 90 años tomaba aviones de un sitio a otro sin parar, aunque lo de la mala suerte me lo inventé ;-)

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  10. hola .Acabo de meterme en tu blog por que yo tengo uno que se llama la tia Jacinta , al escribir en google me ha salido el tuyo y me he quedado a cuadros cuando he visto que la tia Jacinta existió de verdad y no he podido resitirme ,Lo siento te pido disculpas de antemano porque te he robado el texto directamente y lo he adaptado a mi tipo de humor. Creo que está los suficiente triturado para que casi no se reconozca .Que quede claro que no hay burla hacia tu tia ,lo mio es pura ficcion absurda .Si no te gusta y quieres que lo quite lo haré sin ningún problema .(La tia Jacinta 2 se llama )
    He leido otras entradas y me han parecido muy buenas y emocionantes .Gracias .

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  11. Rubencin: te has saltado las licencias del blog (ver creative commons en la columna de al lado), pero no importa, no voy a ser quisquilloso. No tienes que quitarlo ni nada de eso, le has metido tantos tijeretazos y añadidos que casi no se reconoce. Tienes un blog muy peculiar, te seguiré la pista.
    Un saludo.

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  12. Noto por tu tono que no te ha hecho gracia .Lo quito .Perdona

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  13. Rubencin: Disculpa si te ha parecido eso: Es dificil por este medio saber con qué tono se dicen las cosas. Asumo que si te he llevado a error es culpa mía. No tienes porqué quitar el post. Sí que me ha hecho gracia hombre.

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  14. Ja ja ja ja...

    Ja ja ja .... Tengo un poco de tu tia Jacinta!! ja ja ja eso de andar viajando sin sentir cansancio es lo mio ... Me libro de la mala suerte!!
    Me ha encantado la entrada!!

    Ya te extrañaba tengo mas de una semana y media sin prender la compu... y justo me sale la tia Jacinta!! aj ja ja

    Un abrazo muñeco!!!

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  15. Vaya con la tia Jacinta... me hiciste reir... es como la premonición de las desdichas.. por donde pasa va sembrando...
    Pobre mujer, igual ella ni lo sabia... seguro que lo hacia sin querer...
    Realmente creo que hay personas que tienen la capacidad de caminar y dejar huella, sin duda Jacinta era una de ellas...

    Un besote.

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  16. Gala(tea): La tía Jacinta (que realmente no se llamaba así) era todo un personaje. Con 90 años le araba los cultivos a su hijo, que estaba enfermo.
    Un abrazo y gracias por tu comentario.

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  17. Gracias por tus comentarios en mi blog.
    Una historia divertida,se agradece algo de "humor" :)

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